Que es la razón, quien la tiene? se pregunta mientras acomoda viejos recuerdos, cd libros, fotos que debería ocultar por un tiempo...
Hace memoria y no puede recordar quien fue que le dijo primero que la diferencia de veinte años que se llevaban en algún momento tendría su peso.
Recuerda como lo conoció que supuso era un "señor baboso de edad avanzada" , para no decir algo peor, pero luego descubrió que el señor tenía un excelente sentido del humor.
Para ello necesito varias copas de vino en el bar de la esquina de su casa, donde a mitad de la noche llamó a una amiga que la "salvara" de esta cruel situación de acoso, y que luego hecho corriendo del lugar para dejarse disfrutar de la diferencia.
No era fácil, recién tenía 22 años y había crecido en un pueblo amparada por las ingenuidades y los prejuicios propios y ajenos.
Su mayor vuelo había sido en libros, y sus experiencias más osadas pura imaginación.
Una copa cedió paso a otra, y encontraron que los años no los alejaban, que el dialogo era meramente un puente y hubo comunión más tarde de cuerpos y almas.
Antes de dar pasos más profundos preguntó a sus amigas, y que voy a hacer en 20 años, podría tener una relación seria con esta persona?
Hubo de todos los pronósticos y pareceres imaginados, como aquel que le dijo quien dijo que el amor puede durar 20 años o 5 minutos, un segundo o toda la vida?
¿Como no iba a arriesgarse a amarlo si nunca había sentido tal compatibilidad, si el le había enseñado los cuentos de Abelardo Castillo, si hablaban sobre Cortázar, si tenían el amor por la cocina y la música, si ambos eran maestros de lo propio y aprendices de lo ajeno pese a sus peleas?
Los años pasaron, corrió llanto y alegría bajo sus brazos, nacieron niños, llegaron hartazgos y desencuentros, proyectos y sobresaltos.
Un día una desconocida se instaló en su casa, rompió todos los esquemas y previsiones, rompió los dolores menores y desencantos, dio paso a la oscuridad.
Recién pasan 6 meses del ocaso, recuerda los viejos tiempos cuando puede, los niños no le dan tiempo a caer del todo ni siquiera en las noches, y piensa en el destino.
¿Quien tendría la razón, quien diría que la dejaría huérfana en el desamparo, nueva en la soledad antes de los 40, sola, viuda, gris y a la vez esperanzada?
Ya los hartazgos son un recuerdo, hoy el dolor es su mayor aliado y cuando lo recuerda, cuando encuentra cartas de amor sueltas en los libros, cuando escucha una melodía antes compartida piensa, que razón tuve al haberme animado.
Que razón tuve al haber amado, que es un año, que son 15, si soy otra gracias a haberlo tenido a mi lado.
Que razón tuve al haber amado, que es un año, que son 15, si soy otra gracias a haberlo tenido a mi lado.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario