viernes, 19 de julio de 2013

Que son los años?


Que es la razón, quien la tiene? se pregunta mientras acomoda viejos recuerdos, cd libros, fotos que debería ocultar por un tiempo...
Hace memoria y no puede recordar quien fue que le dijo primero que la diferencia de veinte años que se llevaban en algún momento tendría su peso.
Recuerda como lo conoció que supuso era un "señor baboso de edad avanzada" , para no decir algo peor, pero luego descubrió que el señor tenía un excelente sentido del humor.
Para ello necesito varias copas de vino en el bar de la esquina de su casa, donde a mitad de la noche llamó a una amiga que la "salvara" de esta cruel situación de acoso, y que luego hecho corriendo del lugar para dejarse disfrutar de la diferencia.
No era fácil, recién tenía 22 años y había crecido en un pueblo amparada por las ingenuidades y los prejuicios propios y ajenos.
Su mayor vuelo había sido en libros, y sus experiencias más osadas pura imaginación.
Una copa cedió paso a otra, y encontraron que los años no los alejaban, que el dialogo era meramente un puente y hubo comunión más tarde de cuerpos y almas.
Antes de dar pasos más profundos preguntó a sus amigas, y que voy a hacer en 20 años, podría tener una relación seria con esta persona?
Hubo de todos los pronósticos y pareceres imaginados, como aquel que le dijo quien dijo que el amor puede durar 20 años o 5 minutos, un segundo o toda la vida?
¿Como no iba a arriesgarse a amarlo si nunca había sentido tal compatibilidad, si el le había enseñado los cuentos de Abelardo Castillo, si hablaban sobre Cortázar, si tenían el amor por la cocina y la música, si ambos eran maestros de lo propio y aprendices de lo ajeno pese a sus peleas?
Los años pasaron, corrió llanto y alegría bajo sus brazos, nacieron niños, llegaron hartazgos y desencuentros, proyectos y sobresaltos.
Un día una desconocida se instaló en su casa, rompió todos los esquemas y previsiones, rompió los dolores menores y desencantos, dio paso a la oscuridad.
Recién pasan 6 meses del ocaso, recuerda los viejos tiempos cuando puede, los niños no le dan tiempo a caer del todo ni siquiera en las noches, y piensa en el destino.
¿Quien tendría la razón, quien diría que la dejaría huérfana en el desamparo, nueva en la soledad antes de los 40, sola, viuda, gris y a la vez esperanzada?
Ya los hartazgos son un recuerdo, hoy el dolor es su mayor aliado y cuando lo recuerda, cuando encuentra cartas de amor sueltas en los libros, cuando escucha una melodía antes compartida piensa, que razón tuve al haberme animado.
Que razón tuve al haber amado, que es un año, que son 15, si soy otra gracias a haberlo tenido a mi lado.

jueves, 11 de julio de 2013

El anciano Palacio

En el palacio del Confín de los Días habían muchas puertas, cada una con un diferente color y altura. 
Estaban vedadas a quienes no tuvieran la apertura suficiente para poder ingresar con un deseo y salir con experiencia. 
El palacio, construido años atrás por reyes desaparecidos en sus pasillos, siempre tuvo ideas propias sobre su función en el Confín de los Días, basta un ejemplo: quien lo creo el rey John (para evitar herir susceptibilidades de sus descendientes es un nombre ficticio) tenía la idea que sólo los sabios podrían ingresar a disfrutar de sus convites, pero el palacio encontraba siempre la manera de ingresar algún loco, o un bufón y carcajadas se escuchaban entre los muros para molestia del señor. 
Su descendiente la reina Eluarda (nombre ficticio también) suponía que solo las personas con un acabado propósito podrían guarecerse en el, pero el palacio siempre apelaba a sus instintos y lograba entraran poetas y escritores, fantasiosas criaturas e idealistas. 
Este personaje de piel de piedra sabía exactamente lo que ocultaba el corazón de los hombres, entonces cuando alguien cruzaba sus muros sabía guiarlo con exactitud hacia la puerta deseada. 
A soñadores los introducía en un mundo de hechos, y a los racionales en un mundo de sueños, como el palacio era multicultural y cambiante muchas veces recibió magos y hadas y dejaba quienes tuvieran la voluntad y grandeza suficiente lo modificaran a voluntad solo con el uso de sus deseos mas íntimos. 
Llegó un día, hace miles de miles de años que el anciano palacio, modificado hasta el hartazgo por sus habitantes y cambiando su materialidad en espíritu, se abrió al mundo exterior dejó de ser un habitáculo gigante y se transformo en infinito. 
Cuenta la leyenda que en el Confín de los Días desde ese momento se hizo mas parecido a un cuento que a un país hecho y derecho: desde ese momento cada personaje que ingresa sin saber al lugar recibe una especie de enseñanza, el miedoso aprende a confrontarse con la realidad sin huir ni herir, el incauto comienza a aprender con las caídas que no se puede andar desprevenido, los charlatanes meditan sus palabras, el especulador aprende a hacer las cosas con el instinto y el alma. 
También comentan los cuentistas que hasta no aprenden su lección son atraídos una y otra vez a ese mundo y encuentran detrás de alguna pared ficticia una sucesión infinita de nuevas situaciones algunas parecidas a versiones vividas y otras totalmente diferentes, todas para ser resueltas por el invitado. 
Solo hay un caso excepcional: en la plena vigilia de los sueños, en el instante creador donde se invocan los sentimientos y las pasiones danzan a ritmos desenfrenados; el anciano palacio, hoy Confín de los Días permite a los que una vez ingresaron lograr la tan ansiada libertad.

martes, 9 de julio de 2013

Despojos

Lo fue maquinando día a día, paso por paso, como cubrir sus huellas, como lograr que pareciera el crimen perfecto, o al menos una extensa incógnita para todos aquellos a quienes ya no les importaba.
A los otros, quienes estaban atentos a sus pasos y sus locuras les dejó una carta, si es que eso se puede decir una carta; un extenso papel donde hablaba de los como, los porque de sus decisiones y que había cumplido su ciclo.
Todo comenzó en septiembre del año anterior dando pasos cortos para algunos, un día le dijo al mozo de su bar mas preciado que lo quería, también al encargado.
Más adelante se despidió de todos y cada uno de aquellos con los cuales venía trabajando, la excusa las vacaciones. Hizo todo lo que no había hecho por miedo, primero se le declaró al que pensaba uno de los amores de su vida, y sólo tuvo por respuesta un gesto de estupor y una huida, luego se largó en paracaídas, se tiró de un puente, corrió carreritas con la bicicleta vieja en contramano mientras la insultaban taxitas y colectiveros en todos los idiomas diferentes, se tiró en roller por una pendiente y frenó de culo casi contra un auto (en casi ningún aspecto de su vida había aprendido a frenar)
Vendió sus cosas, compró regalos, parecía que el universo la hubiese dotado de libertad en la economía y otros asuntos.
A quienes tenía lejos, aquellos con los cuales se comunicaba a través de las redes sociales y otras innovaciones del estilo les dejó un mensaje personalizado de todo aquello que la movilizaba y de un resumen de su relación, mas de uno (incluso aquel que pensaba era su alma gemela inconfesada por la conexión intelectual que tenían ) pensó.." realmente esta se volvió loca del todo".
Se despojó de todo aquello que era accesorio, ropa, aros y anillos, la imagen de sí misma que había creado para los otros y se miró desnuda al espejo dando un último saludo a la yo racional que había construido durante 37 años.
Luego de varios días de no recibir noticias suyas, su hermana (por insistencia de la pesada de su madre) entró al departamento con la llave que nunca le había devuelto.
Sólo encontró la ropa sucia tirada frente al espejo de la pieza,  una sonrisa (muy mal dibujada) en el mismo.... y un par de plumas sueltas........

domingo, 7 de julio de 2013

Entre las palabras y la noche


La noche guarda mis memorias; genera otras, alberga instantes
susurra al oído palabras inesperadas que no serían adecuadas para mis oídos diurnos
aquellos que siempre analizan antes de sentir y todo lo censuran 

antes de emitir veredictos
Sin el filtro de mis temores y bajo el peso sólo de la fantasía
me vulneran, me llenan de imágenes que se escapan de mis manos y vuelan
independientemente de mis pareceres y estructuras
ellas alcanzan ritmos insospechados bailan, se enamoran,
complican las cosas y simplifican los sentimientos
Ponen freno a lo metódico, alcanzable y medible de la vida
construyen castillos de deseos y elevan puentes en el medio de la nada
En el transcurso de la noche, allí donde el límite ya no es tal
donde demonios y ángeles desarrollan un baile al unísono 
donde no hay líneas que dividan tus deseos de los míos
donde el sinsentido es el origen de los sueños
donde las pesadillas son sólo un habitante más y el dolor tiene fecha de caducidad
encuentro una voz que me guía hacia el amanecer
Quisiera seguir soñando que soy libre y que se me escapan las palabras y las ideas
pero ya no tengo tiempo, soy presa nuevamente de la lucidez
que atrapa todos mis sentidos y me lleva nuevamente a esta realidad paralela 
donde las ilusiones y fantasías solo están contenidos en un libro ajeno.

A la memoria de mis dedos


Quisiera navegar por los confines de tu cuerpo donde culmina el olvido y se evade la calma.
 Quisiera te recuerden la memoria de mis dedos en ese justo limite donde terminan tus ojos y comienza el alma.
Pero aquí estoy del otro lado de la luna, apelando a la memoria que evade las distancias, sintiendo que tu y yo tenemos un planeta por medio, sin tener la certeza si imagine tus besos.
Quisiera saber si esta sutil fragancia que hoy mis sueños puebla es el resultado de mi mente en lucha cruel contra la añoranza o el eco de lo que vivimos un día y que  toma partido al reavivar mis ansias.
En fin, todas estas palabras, todo este intento de carta, son para pedirte que me devuelvas mis alas, las necesito para poder volar.

Entre la calma y la pasión

Un día la protagonista de este cuento se levanto tarde y como dormida se dirigió a sus pensamientos más íntimos, hizo repaso de sus sueños más tempranos y sus desilusiones más remotas.
En un balance desacostumbrado antes del mediodía, tomo todas sus pasiones (incluso las ocultas, aquellas que no hubiere confesado ni al objeto de su deseo) todas sus caídas y se lanzó sin expectativas de resultados a someterse a si misma al escrutinio de lo no evidente.
Quiso volver al último sueño donde caminaba por un paisaje salvaje y desconocido pero no por ello menos bello e intimo, donde poseía alas en los pies y vuelo en la imaginación, pero el paisaje se había transformado con la luz del sol y requería colores y ocasos no disponibles por la hora.
Escapista de la tristeza, maratonista de la vida, cualquier excusa que la retrajera del balance; como por obra de una fuerza invisible y temerariamente ajena; desaparecía volatilizada por el objetivo autoimpuesto.
Ya no tenía ganas de tomarse vacaciones de si misma así se lo propusiera, así que haciendo acopio de valor y aprovechando que su cuerpo se tomaba un recreo matutino comenzó nuevamente con el reconto de experiencias.
¿Quien le diría que con los años se sentiría más joven y feliz; que la decadencia paulatina del cuerpo no significaría la del alma, que animarse era recordarse que reconocerse era poder amar al otro plural?¿Quien le diría que no era necesario seguir el libreto prestablecido de antemano por si misma, que el cuento que se contó gran parte de su vida había sido de terror como la mayoría de los cuentos que le gustaron?
¿Quien le diría que un día al darse cuenta que ya no era niña, que perdidos los regalos de la infancia y la juventud podría ver todo con nuevos ojos, que ciertas cegueras que la habían guiado se detenían en el tiempo y el espacio para mostrarle que la realidad se construía paso a paso?.
Recorrió todos los parajes destruidos de lo que habían sido su infancia y adolescencia, limpio habitaciones que había sellado hace tiempo y personajes que el olvido había cubierto bajo su manto opaco.
Tomo todo aquello oscuro y negado que no quiso ver lo expuso, contabilizó, manipulo y acomodó, todo aquello que elegía ver siempre lo miró de reojo como en un repaso de lo evidente.
Sumó, restó, multiplicó, dividió, en fin hizo el trabajo que necesitaba con respecto a experiencias, luego siguió por las personas eran muchas pero el recuento de los resultados más fácil.
Llegó al resultado y si, otra vez le dio positivo, cuantas alegrías que empañaban tristezas, cuantas personas que le habían enseñado; muchas ya no estaban y otras quizás mañana no estarían, pero siempre tendría la esperanza que se extinguieran con ella.
Se supo tranquila, extrañamente calma pese a que nunca lo había sido y se dio cuenta quizás tarde, quizás a tiempo, que las pasiones siempre la habían salvado de sus lugares más oscuros.
Que se había conocido llena de energía, muchas veces opaca y destructiva, pero siempre avasalladora de si misma; y hoy se reconocía calma y apasionada por la vida y las oportunidades.
Retomó el curso de las actividades cotidianas y pudo respirar profundamente y dedicarse oportunamente a lo que había elegido siempre sin prisas pero sin pausas: a vivir, que más importante que eso? 

Cuento Breve

Hubo una vez, hace muchos muchos años, en una intersección entre momentos, en el cual por error o por azar dos personas se encontraron en lugares comunes, podríamos llamarlo un lugar de amigos en esparcimiento.
A ella le gustó que las palabras construyeran puentes, a el que los movimientos imprevisibles fueran estrategias junto a los versos. Hubo algunas coincidencias y otras disidencias, hubo risa y café en el medio.
Ambos habían sido escritos como personajes de otras obras principales y hoy estaban de recreo en el bar de los cuentos; mientras el soñador descansaba de una resaca luego de una juerga.
Como venían de géneros literarios diferentes muchas veces no se entendían en el idioma de las palabras, y apelaban al del humor, y sino al de las señas.
Cuando las palabras, el humor y las señas se quedaron cortos apelaron a la comunicación más profunda, pero recordemos que ella había sido protagonista de historias de magia, misterio y romance y  el había sido protagonista de cuentos de aventura, por lo cual a pesar de la comunión surgieron las diferencias estéticas y de forma.
Tuvieron un momento de comunicación sublime, donde ella navego por los confines de su cuerpo, y el sin saber por las orillas de su alma.
Surgieron momentos de discusión sobre si todo sería verso, o prosa, si había que rimar o no, si el contenido superaba a la forma, si usaban metáforas y otros recursos estéticos o realismo descarnado y práctico.
Como siempre que se sueltan los personajes al libre albedrío, no podría haber tenido un final feliz; despierto de la resaca el soñador nunca supo a que se debía ese desorden de papeles, ese olor casi sutil a comida casera, perfume  y eco de risas.
Ordenando el desorden de su mente, rompió puentes, borró caminos, arreglo desarreglos y volvió a cada uno a su lugar: a el a una nueva aventura en un país insospechado y misterioso, a ella a un reconocerse para vivir una nueva historia de amor.
Nada es confirmado, tenemos la versión oficial donde el soñador creo una historia con cada personaje y quedaron sólo en el recuerdo tirados en un tacho de basura los vestigios del encuentro.
Dicen los ancianos (esos que sólo recopilan obras ajenas, y andan a la espera de un nuevo chisme para divulgar entre los cuentos de niños) que por algún descuido parte del alma de los personajes escapó a tal matanza de recuerdos y se liberaron en varias versiones diferentes.
Hubo una historia en donde se siguieron conociendo e inventaron un idioma más común y necesario creando un genero literario único.
Otra versión dice que siguieron libres cada uno en un mundo paralelo esperando a nuevas intersecciones que los acercaran para disfrutar de lo común de ser diferentes.
Siempre tendremos la duda si fue otra historia fantástica más,  o guarda alguna semejanza con la realidad.

Alternancias


Tengo días tan ricos de humedades 
que la melancolía me desborda y el agua llueve hacia afuera
días en los que inundo de emociones mi ciudad
donde no bastan los guardavidas
y sólo se salvan de ahogarse en penas
recuerdos descoloridos y silenciosos.
Luego brotan sobre el desconcierto cadencioso
de mis peores humores, sutilmente
como raíces húmedas casi invisibles
momentos cálidos, voces alegres
me liberan, me someten, me elevan
por encima de mis ganas de sumergirme
por encima de mis oscuridades mas profundas.
Y es ahí donde el enamorarme de mis soledades 
se me antoja un capricho tonto y apresurado
una volubilidad maquiavélica de mi negrura,
donde percibo que soy luz pese a querer liberarme
 de lo grácil y lo etéreo de mis pensamientos
Son esos días donde me siento parte del todo
y pese a dolerme la risa hasta el calambre
incluso solapa, trasmuta, enciende mi mirada
esos días tu voz me trasporta a otras galaxias
sigo el sonido de tu alma cual hechizada
hasta la próxima tormenta, hasta la próxima alternancia 
entre el pasado de mis anhelos y el presente de mis sueños